jueves, diciembre 28, 2006

CARPE DIEM


Me vi surfeando por las veredas grises, sin reparar en mi enlutada vestimenta, de negro decidió mi espejo su reflejo y de negro seria la noche que nos reencontramos, como en aquellas callejuelas ruidosas, de esos pasillos fríos y azules, de gritos y rizas, de cantos y manteles azules. Los zapatos negros me hacían sentir en la fila de aquellas mañanas, en medio de esas suspiradas esperanzas…
Un carro alegórico se detuvo frente a mi, un tal Patricio se presento como el anfitrión, viejo amigo recordé…quedaste en el pasado “lavate la cara” pero tu alma grita presente por la felicidad de verlos... luego caseríos y pantanos, luego luciérnagas y parrillas…luego kilos y kilos de animales para nuestro festín, en menos de diez segundos ya éramos los de siempre: 1.000 gusanos de cielo esparcidos por nuestros recuerdos y respiros.

El chokolote lo recordaba... “no tiren mierda pa entro” y nuestro Yim insistía… “mis puños son para mi esperanza”. Nuestro Pajarraco de Lucia insistía… “solo fumo para las notas, pero toco todo el día…jajaja”, mientras el maradona de cerveza conjeturaba… "seré yo señor"….
Así, en medio de los fantasmas y los abrazos, vimos más de una vez la ira de los vecinos envidiosos de tanta algarabía, más de un instante las estrellas ópticas de tanta carcajada…
La historia-noche fue urgente, sideral y cósmica, cómica y comida, bebida y bebedores, combos y reconciliaciones, fuego y humo en complacencia eterna, anfitrión de mil soles, gracias a ud. los planetas encajaron y vimos por ultima vez nuestra pubertad y juventud emancipada por la inocencia. Hoy ya somos de hierro, de mentiras y miedos, pero fuimos compañeros de aulas y copias, de torpedos y cuetes viviendo el momento.
Salud institutanos…hasta caer rendidos y ebrios.-