...la invitación fue despedida, aquella criatura más celestial que su propia piel: YOSKAS...Dormí en trance horas antes de recibir su llamada, la cuna de mis huesos pretendían las nubes y no la calle, pero el grito desde las moléculas eléctricas para contar con mis rizas me motivo... transite por relámpagos citadinos, dinosaurios amarrillos se ofrecían a trasladarme en medio de mi whisky nocturno... hazaña de queso fundido el llegar al ruedo, hasta Colon hubiese desestimado tamaño esfuerzo... una vez dentro de la fogata bebimos, fuimos atrevidos, reímos, brindamos por la sangre transparente tantas veces ingerida, por las letras absurdas que nos dejamos oír, por las heridas pulmonares de tantas madrugadas... que cantidad de cadáveres nos visitaron, algunos que partieron en vida, otros que aun no se enteran de su muerte, tantos amigos y amigas desparramados en medio del Cádiz de nuestra juventud...de pronto el silencio... una nave de plata nos invita a recorrer esta cuenca de cemento, a dirigirnos a otro bullicio mayor, a otro reducto de brujas y pigmeos. y aceptamos después de convertirla en una cancha de fútbol...una vez dentro, el enredo de pies y manos hacían pensar que el kamasutra es un código solo para el parkinson...la nave avanzo...velos y lenta....en picada y zambullida...para viajar a otro planeta.... ¿Y tu?...silenciosa pregunta... sabré encontrarte me propuse, sabré poder verte, olerte, hallarte sin fin...y las criaturas descendieron al compás de Juan Café...horda de pieles sudorosas danzantes...y bebimos, reímos, brindamos por tantos ausentes....como tu...mi actriz aventurera...y yo, payaso eléctrico, sosteniendo tus perfumes distantes, yo clown eléctrico reventando para escapar y sorprender...una noche mas sin ti....una madrugada infernal de rizas desesperadas y de gargantas inflamadas...y supe encontrarte, supe olerte aun sin ti... con mis rayos rojos que llaman tus manos.-
